Nadal, ocho de copas

De una final soñada, competitiva, en la que nadie tenía claro quien iba a ganar, se ha pasado a una final con un dominador claro en la que el marcador lo dice todo. Rafael Nadal se corono, de nuevo, en Montecarlo, y ya van ocho trofeos consecutivos. Desde 2005, nadie le quita el título en tierras monegascas. En esta última final, ha ganado a su temible amigo Novak Djokovic, que hoy se ha dejado lo de temible en el vestuario y ha salido a jugar desconcentrado y muy lejos de su mejor juego.

En apenas una hora y media, el español Rafael Nadal ha vuelto a ganar una final en Montecarlo. Y ya van ocho. Esta vez, sin desmerecer a las anteriores, mucho más difícil ya que se enfrentaba a su bestia negra en el último año, Novak Djokovic que ha ganado las últimas siete finales al de Manacor. Pero Rafa desde el principio supo posicionarse en la pista, muy concentrado y a la segunda oportunidad rompió el servicio al serbio.

Manteniendo su saque obtendría la primera manga pero consiguió otra recompensa en su juego y volvió a romper el servicio a Novak. El primer set se acababa con un 6-3 para el español que reflejaba a la perfección como iban sucediendo los acontecimientos en la pista de Montecarlo. Djokovic estaba demasiado 'fallón' en su juego y su porcentaje de primeros saques no llegaba al 50%, muy lejos de sus marcas habituales.

El segundo set aconteció casi perfecto para el balear. Se colocó con un 4-0 y dos breaks al servicio del serbio que no consiguió meterse en el partido. Cedió un servicio en el quinto juego pero fue lo único que puntuaría Djokovic en esta manga. Con otra rotura y un gran punto final, Nadal se alzaría con el título en Montecarlo. Ahora le toca pensar en Madrid, torneo que empieza en quince días en la capital española y cita que Nadal nunca se pierde.

Raquel Rodríguez Benito