Novak Djokovic, número 1 mundial, se ha clasificado para la final del Másters 1.000 de Montecarlo tras una dura batalla contra el checo Tomas Berdych, cabeza de serie número 6, al que ganó en tres sets, 4-6, 6-3, 6-2.
En la final, Djokovic se enfrentará al español Rafael Nadal, siete veces campeón del torneo, que eliminó al francés Gilles Simon.
Para el serbio será su tercera final en cinco torneos disputados este año (con victorias en el Abierto de Australia y Miami) y la número 19 de un Másters 1.000 (11 victorias en total), que el año pasado no estuvo en Montecarlo a causa de una lesión en la rodilla.
El serbio lleva ganados sus siete últimos partidos contra el español, todos en finales, el último el pasado mes de enero en el Abierto de Australia.
Berdych, semifinalista en Montecarlo en el 2007, lo intentó todo para parar a su rival y convirtió el partido en una dura batalla entre ambos. El checo cedió en el primero y permitió que Djokovic se pusiera 4-2. Pero el serbio volvió a perder la concentración, como en varias ocasiones esta semana, en la que también le anunciaron la muerte de su abuelo.
Nole perdió su servicio en el juego siguiente y rompió su raqueta tras un gesto de nerviosismo poco habitual en él, algo que Berdych aprovechó para retomar el control del partido.
En el segundo set el serbio logró cambiar la tendencia e hizo un break al principio, con un viento que complicaba mucho las cosas. Jugó bien en el segundo set y eso le dio confianza para volver a recuperar la buena dinámica. El segundo y el tercer set fueron mucho mejores que el primero para el serbio.
Berdych fue perdiendo precisión a medida que avanzaba el encuentro y volvió a ceder dos veces su servicio al principio del tercer set, pero obligó a Djokovic a agotar todas sus reservas para ganar.
Por su parte, el español Rafael Nadal, número 2 del mundo y siete veces campeón del torneo, ha hecho lo propio, clasificándose para su octava final del Másters 1.000 de Montecarlo al derrotar al francés Gilles Simon, noveno cabeza de serie, por 6-3, 6-4.
Nadal, se mostró mucho más oportunista que Simon, quien tuvo un buen desempeño, y logró llegar a su octava final consecutiva en la prueba del principado, que ganó en todas las ocasiones precedentes.
Con estos resultados, el público monegasco tendrá la final tan esperada entre los dos mejores jugadores del momento. Para el manacorí también significará una oportunidad para romper la serie de siete derrotas consecutivas contra Djokovic, todas en finales, la última de éstas en el Abierto de Australia en enero pasado.
Para el serbio, en caso de ganar, se tratará de una excelente preparación y antecedente para el Abierto de Francia de Roland Garros (desde el 27 de mayo al 10 de junio).
Sandra Sanz Haya
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