6-1 y 6-4, ese ha sido el resultado de la segunda semifinal de la Copa Master de Londres que se ha jugado entre Roger Federer y Novak Djokovic. El ganador, el suizo que con un juego de notable ha dejado al serbio en tan solo un necesita mejorar. El segundo y el tercer jugador del mundo han jugado un partido de muchos altibajos en juego y concentración.
Federer comenzó espléndido, mandando en el partido y anulando completamente el juego del Djokovic. Éste no encontraba la forma de contrarrestar los ataques del de Basilea que con toques sutiles y majestuosos supo sacar de su lugar a su contrincante. El resultado, un 6-1 que explica perfectamente lo que se vivió en O2 de Londres durante la primera media hora.
El número 2 del mundo comenzó con un 3-0 que Djokovic no pudo superar, tan sólo hizo un juego, el de la honrilla, que le sirvió para darse cuenta, quizá demasiado tarde, de que así no llegaría a la final que todos buscan. Por lo que el descanso entre sets le dio fuerzas para comenzar la segunda manga con un poco más de confianza en sí mismo.
En este segundo set, el de Belgrado comenzó arrasando con un 3-0 que hacía pensar que el partido no era como se había vivido hasta el momento sino que aquello solo había sido un entrenamiento y que de verdad ahora empezaba lo bueno. Pero no, tan sólo fue un despiste de Federer o un descanso merecido que se dio para reponer fuerzas ya que, a partir de ahí, volvió a ser él.
El octavo juego fue el mejor, un gran duelo entre los dos jugadores, lo que realmente queríamos ver todos. Pelearon cada punto y nos tuvimos que conformar con esta versión corta de lo que hubiese sido un grandísimo partido. El noveno juego volvía a las andadas y, a partir de ahí, un camino llano para Roger que acabó ganando el partido.
Mañana jugará ante Nadal la final soñada que ya no es un sueño sino una realidad. La cita será a las 18:30. Será la vigésimo segunda vez que los dos se vean las caras en las pistas con la estadística favorable al español, 14-7, que si gana habrá ganado todos los grandes con tan sólo 24 años.
Raquel Rodríguez Benito
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