O más bien, Tipsarevic regaló el primer punto de la final de la Copa Davis. Poca oposición mostró el número dos serbio para ello. Tan sólo en el segundo parcial, donde el anfitrión llegó a apretar al galo hasta el tie break, dio señales de competitividad gracias a su revés, su mejor golpe. En contrapartida, Monfils exprimió su físico, su elasticidad y aplicó inteligencia para adelantar a Francia en su conquista de la ensaladera.
En el primer set el marcador lo resume todo. 6-1. Fue un regalo la primera manga, fruto de la combinación de agresividad y nerviosismo que presentó Janko. Con dos dobles faltas arrancó la final de la Copa Davis, una losa que propinó una desastrosa imagen durante la primera media hora de combate. La antítesis la representó Monfils, con buen saque y dominando los tiempos de cada bola en juego. Desde el fondo de la pista y desde mitad de pista fue superior y acabó con la vía rápida.
La igualada reinó a lo largo de la segunda manga. Sendos finalistas se mostraron acertados en su saque. Fue donde Tisarevic mostró la versión que se le debe de exigir a un finalista de este torneo. Bien en el revés cruzado, especialmente. Pudo incluso romperle el servicio al jugador francés, pero no aprovechó hasta tres bolas de break. Por ello, este punto se definió en el desempate. Se lo llevó Monfils, que aplicó inteligencia a dos bolas comprometidas. Una volea y una dejada solventaron la papeleta el segundo parcial, que propició una desconexión completa en su oponente hasta el final.
El definitivo tercer set comenzó con un break de Monfils. Tras él, un juego en blanco. Fue la tónica reinante en la manga. El francés con el recurso espectacular del deslizamiento sobre la pista propició una ansiedad extrema en el jugador de Belgrado. Fuera del encuentro, Tipsarevic perdió la elegancia al interrumpir el juego en varias ocasiones cuando Monfils se disponía a sacar. La afición local, serbia, no echó más leña al fuego y se limitó a sufrir cada punto espectacular del galo hasta el contundente 6-0. El último juego se cerró en blanco. Tipsarevic se mostró ausente en el intercambio de bolas, con poca elegancia y Monfils cerró el encuentro inaugural con en la primera bola de partido.
Juan Tapiador
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