El número tres del ranking de la ATP echó el telón a la campaña 2010 con la cabeza rapada. Su raqueta fue fundamental para regalar al palmarés de Serbia su primera Ensaladera de Copa Davis. Dos de los tres puntos serbios llevaron su firma, ambos para igualar la eliminatoria. El primero ante Simon; después frente a Monfils, los dos bastiones galos cayeron ante el revés de ‘Nole’. Fue el culmen a una temporada muy irregular. Dos títulos y la Davis brillan en el anverso de la moneda; la cruz ofrece dudas y sombras sobre el rendimiento de uno de los talentos actuales del tenis mundial.
El serbio alternó a lo largo del año la segunda plaza del tenis mundial con el suizo Roger Federer, para finalmente, ocuparla éste último. Es decir, Djokovic cierra el curso en la misma posición que lo empezó. Lo cierto es que no ha sido una gran campaña, pese a terminarla con una alegría nacional. No se ha presenciado progresión alguna en su juego a excepción de encuentros sueltos. Sus armas, el magnífico revés y el gran saque, los ha mantenido pero no brillando a su máximo nivel. Todo ello, en un ejercicio en el que se esperaba la gran irrupción del serbio, tras un pasado 2009 francamente bueno.
Dubai fue su primera conquista de la campaña tras un paso discreto por Australia y Rotterdam. Venció revalidando título derrotando en la final al ruso Youzhny. A continuación, la gira americana con los torneos de Indian Wells y Miami depararon un balance pobre para la tercera mejor raqueta del tenis mundial. Se despidió del cemento de Wells en la tercera ronda y en Miami a las primeras de cambio, ante los modestos Ljubicic y Rochus respectivamente. Ya en Europa y en arcilla, pareció entonarse el serbio. En Montecarlo, Fernando Verdasco le impidió alcanzar la final para revalidar título. En Roma, de nuevo el español fue verdugo de Djokovic, en esta ocasión, en cuartos de final.
Ya en Belgrado, su tierra natal, llegaría a cuartos de final, retirándose en el partido contra Filip Krajinovic. En Roland Garros, mejoró su actuación del año pasado, y se veía encontrar nuevamente parte de su tenis y de su confianza. Llegó a cuartos de final, donde cayó ante Melzer. Se divisó una mejoría en su juego, con más ritmo y sobre todo confianza. Lo ratificó tiempo después sobre la hierba de Wimbledon, donde alcanzó la semifinal, donde fue derrotado por Berdych. Mejoró el resultado del ejercicio anterior y le robó el número 2 de la ATP a Federer.
Sin embargo, no le duró mucho esa estela de Nadal. En Canadá –Masters 1000-, la victoria de Federer sobre Djokovic en semifinal le devolvió el segundo puesto del ranking. Lo conseguiría de nuevo tras su final en el US OPEN, dejando en el paso previo a la final a Federer. Fue en China donde Djokovic repitió idéntico resultado del pasado año: venció. Fue su mejor comparecencia en esta temporada. El mejor juego y las mejores sensaciones, pese a que no tuvieron mucha continuación. Significó su 18ªº trofeo del circuito tras vencer a David Ferrer tras una final disputada el lunes por la lluvia (como también ocurrió en el US OPEN que se llevó Nadal).
En su paso por la Copa de Maestros, Djokovic no causó buena impresión. Fue barrido en la semifinal ante Federer y en contrapartida, ganó con contundencia a Roddick y a Berdych en su inicio. Sin embargo, una semifinal realmente floja, donde no propició resistencia al suizo, y un choque con Nadal marcado por un extraño problema ocular despidieron de la capital británica al serbio sin pena ni gloria, que le esperaba en su tierra. Fue en la final de la Davis donde aparcó su teatro y le brotó el auténtico Djokovic competitivo. Apareció para apagar fuegos, con el marcador en contra y con su país contra las cuerdas. Reservó la gloria final para Troicki, pero ‘Nole’ fue el verdadero artífice de la Ensaladera serbia. Ante Monfils, con el 2-1 en contra, fue un todo o nada para Djokovic. En poco más de dos horas de juego, 'Nole' aplastó al jugador francés, por un contundente 6-2, 6-2 y 6-4. Para entonces, el serbio también puso las tablas en el marcador al derrotar a Simon.
Tras la conquista de la Davis, el año 2011 debe estimularle para ratificar la alternativa a Roger y Rafa. El serbio debe recuperar tono y mantener la constancia de su mejor versión para no perder otro año en su plenitud tenística.
Juan Tapiador
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