El 'huracán' de Manacor está cada vez más intratable. Esta tarde tenía un rival que, a pesar de haberle vencido en las últimas siete ocasiones siempre le incomoda por su juego directo y plano. Hoy, Rafael Nadal ha estado sencillamente brillante. Como acostumbra a hacer el mallorquín, su juego va ganado quilates según van pasando los partidos. Lo pasó muy mal para doblegar el primer día al 'cañonero' Roddick pero ya contra Djokovic demostró haberse asentado en la pista, y esta tarde desde luego que ha acabado paseandose ante el checo Tomas Berdych.
El marcador de 7-6 (3) y 6-1 es bastante ilustrativo de lo acontecido en el turno de día de esta sexta jornada de competición. El primer set fue una auténtica batalla librada por el español y el checo. Berdych no le quedaba otra tabla de salvación que este partido si quería verse jugando el sábado por una plaza en la gran final. Al igual que Nadal, empezó el torneo dubitativo, fuera de ritmo, pero en la segunda jornada había demostrado por qué está aquí entre los ocho mejores del mundo. Y contra el indiscutible número 1 no ha sido menos. Aunque el servicio no le ha ayudado en exceso, ya que solo ha metido en la primera manga el 41% de primeros, se ha mostrado muy sólido de fondo, argumentando su tenis con duros peloteos, rasos, penetrantes y que impedían a Nadal tomar la iniciativa. La duración de la primer parcial es esclarecedor de la lucha y la igualdad mantenida en la central del 02 Arena de Londres. Tanto Nadal como Berdych estaban desplegando sus armas sin ningún tapujo, saliendo muy beneficiado el espectador.
Inexorablemente, el resultado del primer set se iba a tener que dilucidar en el juego de desempate. Sin duda lo más justo. Y es entonces cuando la siempre, aunque este año menos, débil resistencia mental de Berdych apareció en la pista para desgracia del centroeuropeo. Nadal, como fiera insaciable que ve la oportunidad de llevarse a su presa en cuanto la vislumbra, sacó sus galones y resolvió el 'tie-break' jugando con más entereza mental que su rival. Con el set en el bolsillo, Rafa ya estaba matemáticamente clasificado para las semifinales del evento. Pero quedaba rematar la faena.
El discípulo de Tomas Krupa solo fue capaz de arañarle un juego al número 1 en el segundo acto. Berdych era consciente de la dificultad para pasar la 'round robin' ya que dependía del resultado de la noche. Pero sobre todo, era consciente de lo complicado que iba a ser levantar el partido ante un Nadal como en sus mejores días. Éste cada vez se movía con más soltura y fuerza por el cemento del 02 Arena, sus golpes eran más incisivos y ajustados y su actitud más convencida y agresiva. De modo y manera que era cuestión de tiempo que el checo cediera, a pesar de haber hecho todo lo que estuvo en sus manos. Pero es que el genio de Manacor esta tarde estuvo pletórico, sobresaliente, tremendamente inspirado. El 6-1 final del segundo set así lo atestigua. Un puñetazo sobre la mesa que no pasará desapercibido para su rival del sábado, Andy Murray. Vaya partido nos espera. El derrotado, Tomas Berdych, se va de su estreno en un torneo de Maestros habiendo dejado buenas sensaciones tras un último tercio de año desolador.
Rubén Pérez Serrano
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